Para lograr el resultado deseado en un aumento de busto, es fundamental elegir el implante adecuado según una combinación de características clave.

El tamaño de los implantes mamarios varía entre 120 cc y 450 cc. Los más utilizados suelen ser de aproximadamente 220 cc, dependiendo de la anatomía y preferencia de la paciente.

El perfil también juega un papel importante en el resultado final. Para un mismo volumen, existen distintos perfiles: bajo, moderado y alto. Cada uno proporciona un efecto estético diferente, permitiendo personalizar el resultado según las necesidades de cada paciente.

En cuanto a la forma, los implantes pueden ser redondos, anatómicos (gota de agua), cónicos o bidimensionales. La elección dependerá de la estructura corporal y el look deseado, buscando siempre un resultado armónico y natural.

Otro aspecto a considerar es la textura de la cubierta del implante. Se puede optar por superficies lisas, texturizadas o de poliuretano, cada una con sus propias ventajas en términos de estabilidad y fijación.

Por último, la ubicación del implante puede ser sobre o debajo del músculo pectoral. La colocación sobre el músculo se recomienda en casos de piel más flácida o con estrías, mientras que la colocación debajo del músculo es ideal cuando la piel es firme y se busca un acabado más natural y duradero.